LÁCTEOS EN AUTISMO
Algunas estadísticas sugieren que más
del 70% de la población mundial
tiene algún tipo de intolerancia a los diferentes
componentes de la leche.
PROTEÍNAS DE LA LECHE.
Las leches están formuladas para las
necesidades de crecimiento del animal que la recibe, estas tienen una
gran variedad de elementos, de los cuales las proteínas son las más estudiadas. La digestibilidad de la misma
depende en gran medida de la abundancia de la proteína caseína, constituyendo el
80% del total de las proteínas de la leche de vaca, comparativamente en la
leche humana constituyen solo el 40%. A su vez la caseína comprende varios tipos de moléculas
que son la alfa-caseína, beta-caseína, kappa-caseína y la gamma-caseína. De
ellas la más abundante es la beta-caseína que a su vez tiene dos variedades A1
y A2.
Las razas bovinas
lecheras que genéticamente producen beta-caseína A1 son las más importante
comercialmente pues se relaciona con alta producción lechera y rendimiento
quesero. Sin embargo, está proteína está relacionada con mayores efectos negativos; intolerancia, alergias y liberación de “beta casomorfina”, esta
última implicada en el empeoramiento de la hiperactividad y déficit de atención
en los niños con autismo. Curiosamente la leche materna solo tiene la variedad A2, así como la de otros animales (cabra, ovejo y búfalo) cuyas leches
tradicionalmente se aprecian como saludables.
Como se puede ver en la imagen,
la palabra “Quiralidad” es quiral. No importa cómo roten su imagen
reflejada, no va a quedar derecha. Muchas moléculas también tienen esta
propiedad.
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No importa cómo roten la imagen
reflejada, no va a quedar derecha.
Muchas moléculas también tienen esta
propiedad.
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Otro aspecto complejo de ciertos
alimentos como la leche y algunos productos marinos, es la conformación de moléculas
a partir de aminoácidos (los eslabones que se encadenan para formar proteínas)
con conformación quiral
(D-aminoácidos y L-aminoácidos), esto es, compuestos que tienen la misma
fórmula molecular, pero se diferencian en que uno es la imagen espejo del otro.
El efecto de estos D-aminoácidos en
la salud es complicado puesto que nuestro aparato digestivo tan sólo puede
digerir proteína L, pero en general algunos son dañinos y otros aun cuando no
hacen daño al organismo disminuyen las propiedades nutritivas del alimento. No
solamente las proteínas quirales pueden venir naturalmente, sino que el
procesado de la comida también es una gran fuente de D-aminoácidos. El calor
combinado con un pH alto tiende a convertir L-aminoácidos en D-aminoácidos sobre
todo en los lácteos pasteurizados, el pan y las salsas.
ALTERNATIVAS A LA LECHE DE VACA
En la última publicación de la
Escuela de Medicina y Salud Publica de la Universidad de Harvard, “el
plato para comer saludable”, guía que es un estándar en nutrición a nivel
mundial recomienda disminuir sustancialmente el consumo de leche, pero
recomienda los derivados lácteos (yogurt y quesos) por sus beneficios
alimentarios.
Ante los posibles riesgos, otros
tipos de leche animal o concentrados de origen vegetal se muestran como un
sustituto bastante beneficioso. En los últimos años los productos a base de
leche de cabra han ido tomando auge por sus principales cualidades benéficas:
su concentración proteica es similar a la leche humana, por lo que es más
digerible y más nutritivo. Su queso de carácter ácido lo hace que contenga más probióticos,
sean menos grasos y como no contiene proteínas aglutininas que atacan al
sistema inmunológico, causan menos alergias e inflamación.
También las leches a base de plantas (coco,
almendras, soya, arroz) se han convertido en una opción cada vez más popular
entre los veganos, así como
aquellos que tienen intolerancia a la leche de vaca. Son una opción agradable
para las personas que buscan productos lácteos no basados en animales, pero
nutricionalmente hablando se quedan cortas en algunas áreas en comparación con
la leche de origen animal, y no están exentas de algunos efectos secundarios a
tomar en cuenta.
A la hora de buscar un sustituto a
los productos lácteos de leche de vaca, es aconsejable tomar en cuenta factores
como: edad de la persona, antecedentes de enfermedades, digestibilidad, procesos alérgicos, beneficios reales
de los sucedáneos de la leche y hábitos alimentarios, los cuales
debe evaluar con la ayuda de un profesional médico capacitado en nutrición, y no
dejarse llevar por modas promovidas en las redes sociales o tendencias de “gurus” en coaching
nutricional.
Muy bueno el articulo... me fue muy util gracias
ResponderEliminarExcelente información. Soy médico y cada vez mas retiro de la diet de mis pacientes el consumo de lácteos, dejando el queso de cabra como la mejor opción.
ResponderEliminarBrillante su articulo mis respetos
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